SÍNTOMAS DE LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE
Los síntomas dependen del área del Sistema Nervioso Central lesionado y no todas las personas están afectadas de la misma manera.
Los más frecuentes son debilidad, hormigueo, poca coordinación, fatiga, problemas de equilibrio, alteraciones visuales (visión borrosa o doble, neuritis óptica, entre otras), temblor, espasticidad o rigidez muscular, trastornos del habla, problemas intestinales o urinarios, ataxia, problemas en la función sexual, sensibilidad al calor, problemas con la memoria a corto plazo y, ocasionalmente, alteraciones cognitivas.
No obstante, a veces estos síntomas pueden confundir el diagnóstico ya que podrían ser señales de otras enfermedades neurológicas. Por ejemplo, la visión borrosa podría deberse a una lesión en el nervio óptico y no necesariamente a la aparición de EM.
También suelen asociarse los mismos síntomas a enfermedades autoinmunes, infecciosas, tumores o enfermedades de la unión cráneo-medular.
Además de los signos y síntomas que el paciente puede sentir, se recurre a diversos procedimientos complementarios. Uno de ellos es la resonancia magnética, que es la prueba más sensible y específica para el diagnóstico. Ésta muestra el lugar de la médula espinal o del cerebro donde se ha producido la inflamación de la mielina.