FISIOTERAPIA EN PISCINA
La fisioterapia acuática en neurología permite una rehabilitación a través del movimiento, principalmente, aprovechando las propiedades térmicas y mecánicas del agua. La terapia no sólo va encaminada a normalizar el tono, la debilidad y la amplitud de movimiento, sino que también recae directamente en el nivel de actividad y participación.
LOS BENEFICIOS QUE CONLLEVA SON:
Mejora del equilibrio, tanto estático como dinámico y aumento de la velocidad de la marcha, siendo estos factores clave a la hora de reducir el riesgo de caídas.
Mejora de la sensibilidad.
Normaliza el tono, permitiendo una mayor autonomía y control del propio cuerpo, reduciendo temblores y movimientos involuntarios.
Mejora la capacidad aeróbica, activando el Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro (BDNF) y favoreciendo así la plasticidad neuronal formando nuevas sinapsis.
Fortalecimiento muscular, sirviéndonos de las propiedades del agua para facilitar o resistir el movimiento.
Reduce la fatiga.
Previene de lesiones secundarias al sedentarismo.
Socialización propia de la actividad grupal.
Mejora la capacidad cognitiva, el ánimo y la autoestima.
Todo esto provoca cambios tantos cualitativos como cuantitativos que guían al paciente hacia una mejora de la calidad de vida.
¿QUÉ HACEMOS?
Técnicas para normalizar el tono disminuir la rigidez o espasticidad.
Ejercicios terapéuticos para mejorar la ataxia, problemas en la inervación recíproca, el equilibrio, la coordinación y otras alteraciones de origen central…
Reaprendizaje motor orientado a la tarea.
Técnicas de facilitación del movimiento voluntario: marcha, volteo, etc.
Programas de prevención de caídas.
Técnicas para mejorar la sensibilidad y la propiocepción.